La terapia de masajes ayuda con diversas condiciones de salud, especialmente la tensión relacionada con el estrés, que se cree contribuye al 80%-90% de las enfermedades. Es eficaz para tratar problemas como fatiga relacionada con el cáncer, trastornos del sueño, hipertensión, dolor lumbar, supresión inmunológica, autismo, infertilidad y depresión, entre otros. Los principales beneficios fisiológicos incluyen:
- Mejora la circulación, llevando más oxígeno a los tejidos para un mejor funcionamiento.
- Ayuda a eliminar toxinas y desechos.
- Reduce el tiempo de recuperación de lesiones.
- Suaviza el tejido conectivo, promoviendo músculos relajados y mejor función orgánica.
- Rompe el ciclo de dolor-tensión, previniendo distensiones y dolores musculares.
Aumenta la flexibilidad y movilidad articular.
- Mejora el equilibrio muscular, apoyando otras terapias de curación como la quiropráctica.